domingo, septiembre 30, 2007

Al Creador

Para lo que me necesites háblame y yo te responderé. Dado que te busco sin cesar y le pregunto a todo cual es tu idea conmigo, no me niegues más tus palabras y cuéntame hacia donde he de caminar. En este mundo de innumerables e incontables acciones tuyas, requiero que hagas de mí un forjador de tus ideas triunfales para quienes tú indiques.
No soy de los más magníficos ni tampoco de los más peores; mantengo una condición de flagelo dado que me miro con pena y complacencia ante mis tribulaciones; no obstante, ahora tomo este escrito como una misiva directa hacia ti e indicadora de mi fortaleza para con mi comunicado.
Llegué a esta tierra para dar pasos y no tropiezos. Camino erguido con el propósito de saber hacia donde dirigirme y que no me dirijan, sin embargo, al reconocerte como el hacedor de todo te pido la guía necesaria para no tropezar con la iniquidad y mantener una posición de avance en las llanuras yermas y estacionamiento en los valles fértiles.
El mundo que se ha construido, con y sin ti, es un lugar del cual he sacado todo lo que mi alma ha podido obtener. Al ver elementos inconmensurables te reconozco y cuando logro admirar un ínfimo retazo de expresión se que estás articulándolo todo. Siendo así, dame las capacidades y no demores más el poder que está contenido en mí para vencer lo errado del proceder de las humanidades que me tocarán y yo a ellos los tocaré.
Esto es lo que tú has mandado a construir y de todo esto se han de sacar buenas conjeturas. La mente que nos otorgaste da para infinitos procesos y el alma, por ti moldeada, comanda las imperecederas voluntades de los que buscamos, incesantemente, a nuestro Creador.
Yo estoy listo y requiero de tu autorización. La nueva era está ante nosotros y comprendemos como tenemos que actuar. El valor de las cosas estarán condicionadas por el grado en el que sean cedidas y con los seres que tengamos aproximación procuraremos enaltecerlos como tales universos tuyos; dado que por tu voluntad la congruencia de encuentros solamente tú los autorizas.
Entonces, hágase tu voluntad. Que tu nombre sea santificado, cual sea este y que por bocas divinas se pronuncie. En este mundo de deudas, condiciónalo todo para que logre perdonarlas y así yo reciba el perdón que siempre ando buscando. No dejes nunca que entregar el combustible necesario, a la maravillosa máquina que autorizaste a funcionar en esta esfera de vida y las pruebas magnánimas preséntalas, más no las mantengas.
Fijate.cl

No hay comentarios.:

 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.