"Por mucho que nos guste la idea de ser dueños de nuestras vidas, y le halague a nuestro orgullo y a nuestras independencia, por mucho que nos guste regatear el contrato, ganarnos el salario y contar las monedas, tenemos que roconocer que por ese camino no vamos muy lejos, y que Dios en su misericordia, se le dejamos encargarse de nuestras vidas, nos llevará mucho más lejos y mucho más alto que nuestra exigua justicia".
Por la fe a la justicia, el alfarero y el barro página 76.
Fijate en el agua del alma, la cual es la fe.
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